¿Cuáles son los lenguajes de programación más difíciles de aprender?
Aprender a programar, al menos de forma básica, está al alcance de todo el mundo. Cuando alguien se interesa por iniciarse en el mundo de la programación, suele hacerlo con lenguajes muy utilizados. Estos tienen una sintaxis más o menos sencilla y están bien documentados. Entre estos encontraremos algunos tan populares como Python, Java o incluso C. Sin embargo, también hay lenguajes de programación más difíciles de aprender. Pero no por ello menos interesantes.
Entre estos lenguajes, hay algunos que son puramente anecdóticos. Poco más que experimentos hechos para aprender a diseñar un lenguaje o un compilador, o por pura diversión. Entre ellos, podemos encontrar COW, un lenguaje de programación creado a base de onomatopeyas de mugidos. También Whitespace, limitado a espacios, tabulaciones y retornos de carro. Otro de estos lenguajes que nos harán pasar un buen rato o aprender examinando su código, pero que no tienen mucha utilidad, es Chef. Se caracteriza porque los programas se escriben con él en un formato muy similar al de las recetas de cocina.
Sin embargo, hay otros lenguajes difíciles de aprender que sí tienen aplicación práctica. Algunos, incluso, son muy utilizados. A continuación te indicamos algunos de ellos:
Ensamblador, el lenguaje de los microprocesadores
Sus instrucciones son tremendamente simples. Se corresponden con las que el procesador es capaz de interpretar: leer o escribir un valor de un registro a una posición de memoria y viceversa, operaciones matemáticas básicas, saltos a otras partes del programa, etc. Sin embargo, en este caso, su simplicidad esconde dos grandes dificultades.
La primera de ellas es la necesidad de conocer muy bien el procesador para el que se codifica. Además, si queremos que el software sea compatible con varios procesadores similares que implementan diferentes juegos de instrucciones, tendremos que quedarnos con el mínimo común a todos ellos o hacer varias versiones. Algo que un compilador y un enlazador para un lenguaje de más alto nivel pueden hacer. Pero, en este caso, será necesario hacerlo manualmente.
La segunda dificultad es que la sencillez de sus instrucciones hace muy complejo desarrollar herramientas complicadas y mantenerlas. Por eso, suele combinarse con otros lenguajes y centrarse solo en aquellas rutinas donde se necesite hacer algo especial con un dispositivo o una optimización muy específica.
C++, un lenguaje difícil de aprender por su potencia
Aunque está basado en C, uno de los lenguajes que casi cualquier programador y, especialmente, aquellos que hacen programación de sistemas, conocen, es C++, uno de los lenguajes más demandados, tiene algunas particularidades que lo hacen complejo.
La primera de ellas es que, al igual que C, se trata de un lenguaje de bajo nivel. Permite acceder directamente al espacio de memoria y otorga al programador mucho control. Sin embargo, este control también conlleva riesgos, ya que requiere tener mucho cuidado para no ir ocupando memoria con código y datos y no liberarla nunca. O, incluso, sobrescribir algo indebidamente.
Pero, además, C++ tiene una orientación a objetos muy versátil, con todas las características de este tipo de lenguajes. Como herencia múltiple, sobrecarga de operadores, etc. A diferencia de otros lenguajes similares a C como Java, que utiliza un recolector de basuras para que el programador no deba hacerse cargo de gestionar la memoria, o C#, que elimina características en aras de la simplicidad, dominar C++ puede ser bastante complejo.
Prolog, punto de entrada a la inteligencia artificial
Se trata de un lenguaje veterano que se caracteriza por partir de un paradigma diferente a los más habituales, como son los paradigmas imperativo y orientado a objetos, que se pueden considerar una evolución de este. Solo eso ya lo convierte en un lenguaje difícil de aprender, ya que requiere comenzar a pensar y a diseñar el software de una forma distinta.
Además de esto, es un lenguaje que se adapta muy bien al desarrollo de aplicaciones de inteligencia artificial. El propio uso que, con mucha probabilidad, querrá darle la persona que aprende a programar en Prolog. Eso sí, esto requiere contar con otros conocimientos que hacen más costoso su aprendizaje.
Lisp y sus derivados, de los lenguajes de programación más difíciles
Se trata también de un lenguaje muy empleado en inteligencia artificial y, al igual que Prolog, parte de un paradigma menos conocido que el de los lenguajes más utilizados. En este caso, la programación con él es funcional, lo que implica una sintaxis extraña y poco intuitiva. Un viejo chiste dice que su nombre son las siglas de "Lost in stupid parentheses" (Perdido en estúpidos paréntesis).
A lo largo del tiempo ha ido conociendo diferentes versiones y dialectos del lenguaje, y ha dado lugar a distintos avances que luego han adoptado lenguajes de propósito más general. A pesar de ser un lenguaje de programación difícil de aprender, en los campos en los que se utiliza resulta muy útil.
Haskell, programación funcional moderna
Bajo el mismo paradigma que Lisp, aunque con una aproximación bastante diferente, nació Haskell en 1990, por lo que es un lenguaje relativamente moderno. Presenta entre sus principales características un fuerte tipado de datos y otras que hacen que resulte mucho más sencillo manejar cierto tipo de información.
En particular, algunas aplicaciones matemáticas son muy sencillas de implementar en Haskell, por lo que, en algunos campos, la dificultad para aprender el lenguaje se ve compensada una vez dominado.
Estos son algunos de los lenguajes de programación más difíciles de aprender que tienen un uso algo más que anecdótico. Hay otros lenguajes también complejos e, incluso, hay determinados usos, librerías, etc. que pueden dificultar el aprendizaje de un lenguaje a priori sencillo. Por ejemplo, aunque es posible aprender Python en poco tiempo, dominarlo se complica si pretendemos utilizarlo para analizar datos. Para conseguirlo necesitaremos conocer algunas librerías y los fundamentos teóricos para saber cómo usarlas, lo que complica su aprendizaje.
Por último, conviene no olvidar que, por sencillo que sea aprender un lenguaje, es importante mantener un código claro, legible y mantenible. Salvo, claro está, que participemos en el concurso anual de código C ofuscado, en el que lo importante es precisamente lo contrario. Es un buen ejemplo de cómo lo importante no solo es lo difícil de aprender que sea el lenguaje, sino nuestras habilidades y estilos de programación. Pero a la hora de aprender, aunque escojas uno de los lenguajes de programación más difíciles de aprender, no te desanimes. Si quieres aprenderlo, ponte manos a la obra, paciencia y no te rindas. En menos tiempo del que piensas, lo dominarás.
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