AS/400: ¿por qué ya no se estudia en las universidades?

La serie AS/400 es una familia de servidores desarrollada inicialmente por IBM, que se comenzó a comercializar en 1988. Fue muy popular en los años 90, ya que multitud de empresas optaron por esta solución para sus aplicaciones corporativas, y su vida se prolongó hasta 2006. En ese año, IBM renombró la serie de servidores de esta gama como System i, aunque siguieron manteniendo algunas de sus características principales, como IBM RPG, el lenguaje de los AS/400.

En la actualidad, las empresas no suelen optar por este tipo de máquinas para poner en marcha sus servidores. Pero sí hay compañías que los siguen utilizando. Se trata de servidores muy estables, habitualmente dedicados a tareas muy críticas de negocio. Y, por tanto, a tareas muy poco sujetas a cambios mientras sigan prestando servicio.

Debido a esto, así como durante un tiempo el lenguaje AS/400 era una tecnología presente en los planes formativos de distintas universidades, ahora ya no tiene cabida en ellos. Los motivos para que se haya dejado de utilizar, y de enseñar en universidades, son varios. A continuación indicamos algunos de ellos.

El lenguaje AS/400 se ha quedado atrás con respecto a otros

RPG, el lenguaje de los AS/400, es un lenguaje para aplicaciones corporativas diseñado en los años 70 para las máquinas predecesoras del AS/400. Aunque el lenguaje de los AS/400 tiene varias versiones, y ha experimentado mejoras a lo largo de su historia, ya no puede competir con los lenguajes de programación actuales.

Curiosamente, un lenguaje empleado para propósitos similares, incluso más veterano, el lenguaje COBOL, ha evolucionado más que RPG. En ambos casos, es posible encontrar aún aplicaciones en sectores como la banca o los seguros que están escritos en estos lenguajes. Pero no es habitual que se desarrollen desde cero nuevas aplicaciones. Por ese motivo, al igual que sucede con COBOL, la demanda de programadores con conocimientos en el lenguaje de los AS/400 es alta.

Entre las características de que carece el lenguaje de los AS/400, se encuentra la orientación a objetos. Es un lenguaje procedural (RPG viene de Report Program Generator, Programa generador de informes). Por lo tanto, no se trata de un lenguaje de propósito general, sino de uno orientado a aplicaciones de muy alto nivel. Por ese mismo motivo, tampoco se puede utilizar como un lenguaje para llevar a cabo tareas de sistema, como sí pueden hacer Python, Go o Rust, entre otros.

Su campo de aplicación es muy reducido. Aunque, eso sí, en lo que es aplicable, se trata de un lenguaje muy eficiente y robusto. Esta es la principal razón por la que sigue habiendo software escrito en RPG, el lenguaje de los AS/400, que sigue operativo después de muchos años. En estos casos, lo está habitualmente en un nuevo servidor iSeries, que es compatible sin cambios o con pocas modificaciones.

Otros lenguajes de uso corporativo más usados sí se enseñan

El principal lenguaje de programación entre estos es Java, el auténtico heredero de COBOL y RPG, el lenguaje del AS/400. Se trata de un lenguaje muy utilizado en todo tipo de aplicaciones empresariales, que es muy conocido por los programadores y, en muchos sentidos, bastante más moderno.

De hecho, los propios AS/400, que en su día soportaban también COBOL y otros lenguajes aparte de RPG, tienen herederos que permiten utilizar Java y otros lenguajes. Por eso, incluso las empresas que aún mantienen este tipo de software, pueden seguir utilizando sus System i con aplicaciones nuevas escritas en Java. O en otros lenguajes como Python, por lo que no tiene mucho sentido seguir utilizando el lenguaje de AS/400 en las nuevas aplicaciones.

El lenguaje del AS/400 no es un ejemplo en cuanto a diseño e ingeniería de software

El mundo del desarrollo ha evolucionado notablemente en las últimas décadas. Muchos de los principios con los que se pensaba e implementaba una aplicación en los 80, e incluso en los 90, ahora nos parecen malas prácticas.

No se trata de que las aplicaciones diseñadas por medio de planteamientos antiguos sean de poca calidad. De hecho, es precisamente su fiabilidad lo que hace que sigan en uso durante tantos años. Sin embargo, en otros aspectos, como la capacidad de adaptar su funcionamiento, de usarlos de forma distribuida asignando recursos bajo demanda o de reutilizar componentes; es software que deja mucho que desear.

Las aplicaciones monolíticas, difíciles de extender y caras de mantener, no son ya a lo que un desarrollador debe de aspirar a diseñar y a implementar. Por tanto, ¿qué sentido tiene enseñar tecnologías que no permiten aplicar los principios actuales empleados para el desarrollo de aplicaciones? El lenguaje del AS/400, como tantos otros, es útil en determinados nichos. Pero no forman parte del conocimiento estándar de un desarrollador que, en todo caso, deberá formarse para ello de forma independiente.

¿Quiere esto decir que lenguajes como el AS/400 ya no son interesantes?

Ni mucho menos. Conocer RPG, el lenguaje del AS/400, puede abrir a un desarrollador la puerta a algunos empleos en sectores, como el de la banca. Sin embargo, no son tan atractivos como los lenguajes de programación más modernos. En particular, para los desarrolladores más jóvenes, que pueden ver como una posibilidad muy improbable la de hacer toda su carrera profesional con este tipo de tecnologías. Por muy duraderas que sean, en algún momento deberán ser reemplazadas, y sus conocimientos y experiencia les dificultarán su futuro laboral.

Para las empresas, en algunos casos es una buena alternativa mantener una aplicación escrita en RPG, el lenguaje de los AS/400. En especial, si se ha invertido recientemente en servidores capaces de seguir ejecutándola. En otros, sin embargo, el coste del mantenimiento, y todos los que conlleva, pueden justificar una migración del sistema legado a tecnologías más modernas.

Si te decides a estudiar esta posibilidad, o ya lo tienes pensado y quieres buscar la forma de llevar a cabo la migración de la forma más efectiva, tanto en costes como en eficacia del proyecto, lo ideal es que lleves a cabo esta tarea contando con profesionales especializados en la migración de código legado a nuevas tecnologías. Especialmente, si disponen de herramientas propias para facilitar el proceso, ¡anímate a dar el paso!