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¿Qué es el silver tsunami y cómo desafiarlo?

La esperanza de vida aumentó notablemente a lo largo de la segunda mitad del pasado siglo XX. A la generación nacida entre el periodo de posguerra y la primera mitad de los años 1960 o, más específicamente, en los 18 años que abarca el periodo entre 1946 y 1964, se le conoce como baby boom. Esa generación tiene hoy entre 55 y 75 años. Por tanto, muchas de estas personas están disfrutando de un merecido retiro. O están ya cerca de alcanzar la edad de jubilación. A esta generación, y a las posteriores, se les relaciona con un fenómeno conocido como silver tsunami. Esta expresión va más allá de un mero concepto, y tiene numerosas implicaciones en diversos sectores, como verás a continuación.

¿Qué es el silver tsunami?

Esta expresión, acuñada por diferentes medios, ha sido criticada en diferentes ocasiones, por considerarse peyorativa hacia las personas de edad avanzada. Hace referencia al aumento proporcional de personas mayores (por tanto, de pelo blanco o plateado) en la sociedad. El aumento de la esperanza de vida, fruto de la mejora de las condiciones de vida en muchos países, ha alterado el equilibrio sociodemográfico. Y lo ha hecho en asuntos tan importantes como los sistemas de pensiones o la cobertura de la asistencia de los sistemas sanitarios.

Para reducir los efectos del silver tsunami se han implementado medidas como aligerar el sistema de pensiones por medio del aumento de la edad de jubilación. Una medida que habitualmente no resuelve el problema y que, sin embargo, puede agravar otros. En países como España, con una tasa de paro juvenil muy elevada, retrasar la edad de jubilación implica retrasar la entrada al mercado laboral de los más jóvenes. Estos pueden aportar su entusiasmo y nuevas ideas a una economía que tradicionalmente se ha caracterizado por su escasa innovación. Asimismo, puede profundizar en otro problema endémico como es el de la fuga de cerebros. Cada año, miles de jóvenes con formación universitaria (graduados y postgraduados), abandonan el país en busca de oportunidades.

El silver tsunami supone nuevos desafíos tecnológicos

En los próximos 10 años, la gran mayoría de las personas de la generación del baby boom que aún están en edad laboral, pasarán a formar parte de las clases pasivas. Entre ellos, muchos profesionales que trabajan en el sector tecnológico y que emplean tecnologías que han dejado de estudiarse en las carreras técnicas, pero que siguen en uso.

Sí, nos referimos específicamente a COBOL. Aún hoy es uno de los lenguajes clave en sectores como banca, seguros y en la administración pública. Como muestra, el 95% de los cajeros automáticos y el 43% de los sistemas bancarios funcionan con este lenguaje. La mayoría de los programadores en este lenguaje, superan los 45 años y ya son complicados de localizar. Por eso, es previsible que la demanda siga en aumento. Ya sea para seguir manteniendo los sistemas heredados o para migrarlos a otros lenguajes y plataformas.

Pero también este aumento de la proporción de personas mayores es un reto como usuarios. Muchos procesos de digitalización en puntos de venta, prestación de servicios de todo tipo e incluso en el comercio electrónico son complejos para las personas de más edad. Es necesario ofrecerles alternativas o ayuda para usarlo. Aunque la tendencia a digitalizar y modernizar multitud de servicios es imparable, muchas personas pueden quedarse atrás. O, simplemente, ralentizar el proceso de transformación digital de las empresas que les prestan servicio.

Entonces, ¿cómo se puede afrontar?

En primer lugar, el aumento de la esperanza de vida es una buena noticia. Responde al hecho de que vivimos en sociedades en las que las condiciones de vida son mejores: condiciones higiénicas, alimentación más saludable, aumento del tiempo de descanso, etc. El silver tsunami obliga a transformar la sociedad, sí, pero no necesariamente a peor.

En primer lugar, las personas retiradas disponen de más tiempo para dedicar al ocio: viajes, hostelería, aficiones o las actividades familiares intergeneracionales pueden suponer un empujón para revitalizar ciertos sectores. Además, es preciso aprovechar ahora los conocimientos y experiencia de las generaciones próximas a jubilarse.

Su impacto en tecnología: el caso del COBOL

Contratar a un programador de COBOL senior cuando se retira otro que forma parte de la plantilla de la empresa puede resultar mucho más caro que contratar a uno joven con poca experiencia al que el programador veterano tutele durante sus últimos años de actividad profesional. Llegado el momento tendremos a un programador que no solo será competente con el lenguaje. También conocerá de primera mano el proyecto. Algo enormemente valioso tanto si se prevé mantenerlo como para migrarlo a estándares de programación en los que también estará formado.

También se puede contar, aunque en las empresas entren nuevas generaciones conocedoras de programas como COBOL, con empresas expertas en software legado para mantener sistemas. Asimismo, para afrontar el paso de estos sistemas a otros más modernos, algo que se puede conseguir gracias a Go4it y a otras empresas en el trabajo con sistemas legados.

En Japón, donde este fenómeno de envejecimiento de la población lleva mucho adelanto y cuya esperanza de vida es de 84 años, se destinan una enorme cantidad de recursos en investigación para que sus personas mayores disfruten de una vida lo más cómoda y autónoma posible. Lejos de considerarlo una carga, lo consideran una gran oportunidad de negocio. También lo ven como una forma de prestar la mejor asistencia de forma eficiente. Cualquier apoyo tecnológico que permite a una persona mayor ser independiente, además de mejorar su vida, redunda en un ahorro para la sociedad. Tanto en asistencia médica y social, como en reducir la necesidad de que hijos, hijas y otros familiares deban de renunciar a su carrera profesional para dedicarse a los cuidados.

El desafío: subirse a la ola del silver tsunami

También hay que tener en cuenta que este fenómeno de envejecimiento de la población que conocemos como silver tsunami se ha venido dando en paralelo a otro. Al descenso de los niveles de natalidad a tasas negativas de crecimiento vegetativo. Incorporar las necesidades crecientes de las personas de edad avanzada al ecosistema productivo es, por tanto, una buena oportunidad. Tanto para crear industria como para generar empleo. Y como consecuencia, atraer a trabajadores cualificados más jóvenes.

En esta oportunidad la tecnología juega un papel decisivo y países como Japón, Singapur o Suiza ya avanzan firmemente en esa dirección. Quizá este sea otro motivo por el que silver tsunami no es un término muy acertado para este fenómeno. En vez de considerarlo una amenaza debemos entenderlo como una ola a la que subirse. Todo con el objetivo de que la repuesta a este cambio social trascendental no solo nos traiga un futuro mejor para nuestros mayores y para nosotros mismos. También uno más próspero. ¿Te animas a aprovechar las oportunidades que brinda el silver tsunami?

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